lunes, 22 de agosto de 2011

El avión... el avión


Hacer un avión es algo complicado, difícil, además nos preguntamos, pero esto qué tiene que ver con la didáctica, para qué el profesor Wilson nos encarga una tarea que parece desagradable al principio, pero al final de la jornada te parece desestresante y te recuerda aquella infancia, o las series infantiles en las cuales padre e hijo construyen barcos o carros para competir.
Tengo que confesar que es la segunda vez que realizó este proyecto, ya que repito la materia del profesor Wilson Gómez, dentro de mi surge una serie de sentimientos encontrados, ira y resignación, el primer sentimiento se da porque boté el avión del semestre pasado, es por eso que surge el segundo, ya que debo volver a realizarlo. Recuerdo mi primer avión, era de balso y de palos de pincho, además, me trae a mi mente las clases de origamí realizadas después de haberlo volado, suceso que perdí al llegar tarde a clase.
Una vez más, creo que no podré volarlo porque en esta ocasión el tiempo no lo permite. Esta vez, mi avión es de cartón paja, mucho más liviano que el anterior, se deja llevar con facilidad por el viento, además, aprendí que jamás debes botar un proyecto educativo, en este caso, un avión, ya que no sabes cuándo lo vas a utilizar.

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